SEGURIDAD INDUSTRIAL ERGONOMÍA 2 - La espalda
En
este número, continuando las fichas de ergonomía, vamos a dar una
introducción sobre los T.T.A. (ficha anterior) sufridos en las espalda.
Para esto utilizando como fuente la enciclopedia de la OIT.
Nunca nos preguntamos que pasa con nuestra columna cuando levantamos alguna carga o simplemente la flexionamos. Lo que se produce es una importante carga, principalmente en la región lumbar, por generarse una relación de palanca muy desfavorable para los discos y los músculos en dicha zona, sobretodo en el momento que nos debemos volver a erguir independientemente de que estemos levantando una carga o no. La figura de arriba ilustra la situación descripta .
Estas fuerzas que antes mencionamos hacen que se deformen los discos intervertebrales, cuando encorvamos nuestra espalda. Es una situación absolutamente normal siempre y cuando no se trate de acciones muy repetidas y/o prolongadas, por ejemplo en tareas como manipulación de cargas, tareas en postura sentada prolongada, o sedentarismo. Los discos intervertebrales deben soportar una presión permanente por el peso del propio cuerpo que produce una fuerza vertical importante sobre todo en los discos de la región lumbar. Cuando encorvamos nuestra espalda esa presión se distribuye en forma despareja lo que favorece un posible lesión de disco.
Un disco sano hasta cierto punto puede soportar sin sufrir daño las deformaciones a las que se ve sometido. Pero en algunos casos, por el deterioro del disco puede producirse una herniación que suele ser muy dolorosa por la compresión de algún nervio. A esta herniación comúnmente la llamamos hernia de discos. Por ello se recomienda siempre y en cualquier circunstancia tratar de mantener la espalda derecha en la medida de lo posible para no acelerar un deterioro que de por sí se produce en la adultez con el paso de los años.
Información suministrada por Consultora Esteves y Loriente & Asociados